: Los hábitos transforman vidas, los propósitos de año nuevo no, asegura especialista

Ene 8, 2025 | Noticias

Comunicado de Prensa l LaEsquina506CR@gmail.com

Enero 2025. El inicio de un nuevo año trae consigo energía renovada y entusiasmo para establecer objetivos personales. Sin embargo, la especialista en salud mental y emocional, Nadia Vado, sostiene que los propósitos tradicionales suelen ser efímeros y poco sostenibles, se llegan a olvidar con los meses y muchas veces son ambiciosos. Mientras que los hábitos son la clave para lograr un cambio real y duradero hasta llevarlos hacia un estilo de vida.

“Los propósitos, aunque inspiradores, muchas veces suelen carecer de un plan de acción concreto para su cumplimiento, lo que lleva a su abandono temprano. En su lugar, los hábitos representan acciones pequeñas, consistentes y permanentes que se integran de forma natural en la vida diaria, convirtiéndose en herramientas efectivas para alcanzar un bienestar integral,” explica Vado.

Los hábitos como pilares del cambio sostenible

La especialista resalta que los hábitos tienen un impacto más profundo en la vida de las personas, al no depender de la motivación o el estado de ánimo. Como ejemplo, menciona acciones cotidianas como lavarse los dientes: una práctica automática que no se abandona por circunstancias externas. “Te lavas los dientes estando alegre o triste, de vacaciones o trabajando. De esta misma manera deseamos tener otras practicas en nuestra vida como por ejemplo leer, meditar, ejercitarse, sin abandonarlas cuando vamos de vacaciones o cuando la tristeza nos atrapa”.

Entre los hábitos que recomienda Vado para iniciar el año destacan:

  • Alimentarse de forma sana, balanceada y consciente, dejando atrás las dietas restrictivas que suelen abandonarse en poco tiempo.
  • Incorporar prácticas diarias como leer, meditar, realizar actividad física, que contribuyan a un estilo de vida mental y emocionalmente equilibrado.

El cerebro y la construcción de hábitos

La especialista señala que el cerebro requiere al menos 66 días de repetición continua para que una acción se convierta en un hábito automatizado. Además, se sugiere implementar las acciones de forma estructurada, quiere decir a la misma hora y preferiblemente en el mismo lugar. Por ejemplo: escribir todos los días por la noche en el mismo escritorio. Esto ayuda a que el cerebro pueda hacer las asociaciones e integración de la información de manera más fácil. 

Otro aspecto que beneficia la creación de hábitos es unirlos o agruparlos en “combo”. Por ejemplo, todos los días después de cenar se hará una lectura de 30 minutos y luego una meditación. Estamos uniendo tres hábitos: cenar, leer y meditar. Esta secuencia facilita la automatización e integración de las actividades a nivel neuronal, comenta Vado.

Existen también tres conductas y/o actitudes fundamentales para el éxito en la creación de hábitos. Vado enfatiza que un cambio sostenible se basa en:

  1. La decisión: asumir con determinación el compromiso de crear el hábito. La decisión es lo primero y más importante. Si la persona no está decidida y convencida, el hábito no tiene la fuerza suficiente para consolidarse.
  2. La identidad: reconocerse o identificarse con el hábito que se está adoptando. Si la persona desea, por ejemplo, ser un corredor debe creer que lo puede hacer, que es bueno para el/ella y que tiene las habilidades para lograrlo, de lo contrario existirá una contradicción que no es favorable para alcanzarlo.
  3. La convicción: actuar con disciplina y perseverancia, incluso en momentos de desmotivación para sostener el hábito. La convicción impulsa a la persona a tener el compromiso firme y comprender que lo que se está haciendo no es negociable y que el compromiso es inquebrantable.

“Este 2025 no se trata de alcanzar propósitos o metas a corto plazo, sino de adoptar un estilo de vida que impulse a las personas a ser mejores de manera indefinida,” concluye la especialista.