- La iniciativa liderada por Imperial y FIFCO combina tecnología, innovación, ciencia y visión global.
- Este proyecto ha logrado clasificar más de 70.000 conchas para su correcta devolución a su lugar de origen.

Junio, 2025. En el marco del mes Mundial de los Océanos, la marca costarricense Imperial y la compañía FIFCO celebran el avance de ‘De Vuelta a Casa’, una iniciativa que combina inteligencia artificial, voluntariado y cooperación institucional para restaurar los ecosistemas marinos. Gracias a su gran impacto, está presente como uno de los proyectos destacados en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3) en Niza, Francia.
El proyecto responde a un problema global y muchas veces ignorado: la extracción masiva de conchas marinas por parte del turismo, que pone en riesgo la biodiversidad, acelera la erosión costera y afecta el ecosistema marino. En Costa Rica, cada año se decomisan alrededor de seis toneladas de conchas en los aeropuertos, que hasta hace poco eran enterradas debido a la imposibilidad de identificar con precisión su región de origen.
Conscientes de esta necesidad, Imperial y FIFCO como parte de su visión de sostenibilidad expansiva, implementaron junto con la Universidad de Costa Rica, AERIS y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) una solución pionera: una aplicación de inteligencia artificial capaz de determinar, a partir de una sola fotografía, si una concha proviene del Caribe o del Pacífico costarricense. Esta herramienta, entrenada con más de 18.500 imágenes, alcanza una precisión superior al 90% y permite devolver las conchas a su ecosistema natural sin comprometer la salud del océano.
“Esta herramienta nos permitió convertir una situación crítica en una oportunidad para ayudar a nuestras playas. Con ciencia y datos devolvimos miles de conchas a su lugar de origen, acompañados de una campaña de comunicación contundente que nos recuerda que nunca debieron ser retiradas de su hogar”, expresó Fabián Loría gerente de mercadeo en FIFCO.
En junio de 2025 se llevó a cabo la segunda edición del voluntariado que acompaña esta iniciativa, con la participación de 205 personas, entre estos colaboradores de FIFCO, consumidores y aliados estratégicos. En conjunto, se clasificaron más de 34.400 conchas marinas decomisadas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.
La siguiente fase del proyecto se ejecutará en los próximos meses, donde se clasificarán, además, las conchas decomisadas en el Aeropuerto Guanacaste. Luego, serán devueltas al mar en playas del Caribe y del Pacífico costarricense, donde podrán seguir cumpliendo su rol ecológico como estabilizadoras de arena, refugio de especies y reguladoras del equilibrio químico marino.
Proyecto con alcance internacional
El impacto de ‘De Vuelta a Casa’ ha trascendido las fronteras nacionales. En junio 2025, el proyecto fue seleccionado como uno de los tres casos que representan a Costa Rica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), que se lleva a cabo en Niza, Francia. La iniciativa destaca por su enfoque innovador, su modelo de colaboración público-privada y su potencial de escalabilidad.
“Hace unos meses soñamos y lo manifestamos. Le dedicamos tiempo, cariño y toda la buena energía que se puedan imaginar. Hoy, ‘De Vuelta a Casa’ se estrena como parte del stand de Costa Rica en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos. Las posibilidades de impacto que se abren al participar en un foro de este tipo demuestran el poder de una visión expansiva de la sostenibilidad”, señaló Maria Pía Robles, directora de Relaciones Corporativas de FIFCO.
En línea con su visión global, Imperial liberó el modelo de inteligencia artificial como código abierto, disponible para que gobiernos, investigadores y organizaciones ambientales puedan implementarlo en otras regiones del mundo. Estudios preliminares indican que, si esta tecnología se replica en al menos 24 países, se podrán regresar conchas marinas a más de 100.000 playas alrededor del mundo.
Con ‘De Vuelta a Casa’, FIFCO e Imperial consolidan su compromiso con una sostenibilidad expansiva, basada en ciencia aplicada, alianzas intersectoriales y participación ciudadana. Porque cada concha cuenta, cada acción nos acerca a océanos más sanos, vivos y resilientes.