Alex Murillo l redaccion@laesquina506.com
Esta actividad se destaca como el evento que marca el inicio de diciembre en la escena farandulera costarricense. El visionario detrás de esta celebración es el reconocido periodista Rogelio Benavídez, Tía Zelmira.
Rogelio, periodista de vocación y dedicación, tras su servicio en el gobierno de Rafael Ángel Calderón, se dedicó a temas faranduleros, entonces casi inexistentes en nuestro país. Característico de Benavídez, y ante la falta de eventos similares, convocó de manera acertada a todos aquellos que se consideraban o aspiraban a ser modelos, cantantes, presentadores de radio, televisión, empresarios, médicos, etc., a una fiesta que dejó y deja huella en Costa Rica. Los requisitos indispensables para asistir eran y son estar en la lista, llevar un regalo para los niños y vestirse de negro.
¿Por qué vestirse de negro para una fiesta? La respuesta es simple: de esta manera, los rostros se destacan por encima de la ropa. Puede optar por un traje de Dolce & Gabbana o una camiseta de mil colones, la única condición es que sea de color negro. La lista de invitados incluye a celebridades, la avioneta set local y otros que, aunque no sean famosos, se sienten y viven el mundo farandulero. Esta fiesta sirve como plataforma para aquellos que buscan darse a conocer o establecer contactos con productores y personalidades del medio, y la usan como plataforma para darse a conocer aquellos que forman parte del elenco de artistas que generosamente donan su talento para la ocasión.
La Fiesta de Negro ha sido fuente de material para los medios a lo largo del tiempo, generando tanto interés hoy como en sus inicios. Los asistentes se esmeran en destacar con sus peinados, maquillajes y, por supuesto, con sus trajes negros. Sin embargo, lo más importante es llevar ese pequeño regalo que alegrará la Navidad de algún niño, bailar, disfrutar, saludar y compartir con tantas almas que se unen para llevar a cabo esta noble acción. Después de varios años de ausencia, algunos debido a la pandemia, la Fiesta de Negro reunió a aproximadamente 1300 personas.
El evento logra su objetivo al generar contenido para diversos medios y páginas faranduleras, donde se encuentran comentarios tanto negativos como positivos, constructivos y destructivos. Sin embargo, lo más destacado es que esta actividad demuestra que la a menudo criticada farándula costarricense tiene un gran corazón y está siempre dispuesta a ayudar al prójimo. Sería fascinante ver a muchos de los críticos organizar un evento de esta envergadura y tener el poder de convocatoria que ha mantenido la famosa actividad a lo largo de más de 12 años.