Crecimiento moderado y riesgos cambiarios en ascenso para lo que resta del 2025

Crecimiento moderado y riesgos cambiarios en ascenso para lo que resta del 2025

San José, Costa Rica. Ayer 10 junio 2025. Costa Rica enfrentará en lo que resta del año 2025 y rumbo al año 2026 un entorno económico marcado por un crecimiento más moderado, presiones cambiarias y una mayor incertidumbre tanto interna como externa.

En el foro organizado por Coopenae-Wink: Costa Rica ante un nuevo orden económico mundial, el economista y miembro independiente del Consejo de Administración de Coopenae, Daniel Ortiz realizó su análisis acerca de los retos y perspectivas de los meses restantes del 2025 y las proyecciones del estado actual de la economía nacional y los principales factores que podrían incidir en su rumbo del país.

Ortiz explicó que se observa una clara desaceleración en el consumo, el comercio y otros sectores clave, sin embargo, aclaró que los indicadores actuales no permiten hablar todavía de recesión.

«Lo que estamos viendo es una economía que se mueve más despacio, pero no en retroceso», explicó, al señalar que aún no se reporta una contracción generalizada de la actividad económica.

Menor dinamismo interno

Uno de los motores principales del crecimiento costarricense, el régimen definitivo, que agrupa al 85% de la economía nacional, ha perdido impulso. La caída en la venta de vehículos, alimentos y bebidas, la contracción en la construcción, y la desaceleración en el comercio evidencian una pérdida general de dinamismo. A esto se suma una reducción en la creación de empleo, con 27.000 personas menos ocupadas al cierre de marzo.

“Costa Rica cuenta con diferentes motores económicos. La desaceleración de la economía nacional preocupa, ya que en inicios de 2025 había solo un sector económico con los números de crecimiento en rojo, a la fecha ya existen tres: Agricultura, Construcción, además de Alojamiento y Comidas”, mencionó el economista.

Un entorno internacional cambiante

En el plano externo, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha modificado de manera significativa las expectativas de política económica mundial. Aún no está claro cuál será su estrategia a largo plazo, pero se anticipan medidas que podrían afectar el comercio internacional, las cadenas de valor globales y, especialmente, a economías abiertas como la costarricense.

“Con la aplicación de los nuevos aranceles que está imponiendo el Gobierno de Donald Trump genera una sensación de incertidumbre, esto genera que las empresas inviertan menos y eso claramente impacta a otros mercados. Estamos ante un nuevo orden económico global, más incierto y volátil. Esto implica riesgos concretos para Costa Rica, como una menor inversión extranjera directa, una caída en el turismo o incluso la repatriación de utilidades por parte de empresas en zonas francas”, advirtió el experto.

Presión sobre el tipo de cambio

Estos factores podrían reducir la entrada de dólares al país y presionar al alza el tipo de cambio. Aunque en el último año se ha mantenido relativamente estable, el mercado ya proyecta una devaluación moderada para los próximos 12 meses.

“El tipo de cambio responde a la oferta y demanda de divisas. Si hay menos dólares circulando, por caída en exportaciones, turismo o Inversión extranjera directa la presión sobre el colón será inevitable. Estamos en un entorno en el que los gastos empresariales están creciendo, las empresas en el país gastan en dólares, esto obviamente hace que tengan una salida de insumos sea mayor a lo planificado, esto se traduce en un golpe a quienes no suelen manejar esta divisa”, señaló el economista.

Política monetaria: costos para los hogares

A pesar de una inflación históricamente baja, incluso negativa, el Banco Central de Costa Rica ha optado por mantener sin cambios la Tasa de Política Monetaria (TPM). Esta decisión ha sostenido niveles elevados en la Tasa Básica Pasiva, que sirve de referencia para cerca de 700.000 operaciones crediticias en colones.

Riesgos por dolarización del crédito

Además, la apreciación del colón durante los últimos años incentivó el aumento del crédito en dólares. Aunque este fenómeno ya empieza a estabilizarse, representa un riesgo estructural, especialmente si se da un ajuste abrupto del tipo de cambio, como ocurrió en 2022.

Perspectivas para el futuro cercano

De acuerdo con las proyecciones del informe, el crecimiento económico para 2025 será menor al esperado inicialmente, y se mantendrá en niveles moderados en 2026. Los principales factores que explican este panorama son: un comercio global más débil, menor demanda interna, estancamiento del régimen definitivo, escasa generación de empleo de calidad, y el impacto de la inseguridad.

Ortiz concluyó que aún falta mucho por definirse a nivel internacional y local: “La economía mundial está cambiando rápidamente y todavía no sabemos con claridad hacia dónde se dirige. Para Costa Rica, esto implica la necesidad de actuar con cautela, fortalecer su resiliencia interna y prepararse para un entorno más desafiante”.

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