Gamificación se convierte en aliada del aprendizaje del inglés en contextos de alta competitividad laboral

Gamificación se convierte en aliada del aprendizaje del inglés en contextos de alta competitividad laboral

San José, Costa Rica. El entretenimiento digital ya no es solo una forma de ocio: también está transformando la manera en que se aprende. En un mundo donde el inglés es la lengua de conexión global y requisito clave para acceder a mejores oportunidades laborales, las metodologías basadas en la gamificación comienzan a ocupar un lugar relevante en la forma de enseñar.

En conmemoración del Día Mundial del Videojuego, vemos como más allá del entretenimiento, los videojuegos y las metodologías gamificadas están demostrando ser aliados efectivos para aprender, especialmente en países como Costa Rica, donde los retos en materia de enseñanza siguen siendo significativos.

La evidencia internacional respalda esta tendencia. Un análisis publicado en Sustainability (2023) reveló que la gamificación en la enseñanza del inglés en Corea del Sur produjo un efecto positivo moderado en la competencia lingüística de los estudiantes, con mejoras notables en comprensión oral y participación. A su vez, un estudio de Frontiers in Psychology (2022) mostró que las dinámicas lúdicas reducen la ansiedad y aumentan la disposición a hablar, dos de los principales retos que enfrentan estudiantes de inglés en países como Costa Rica.

Asimismo, datos recopilados por la plataforma HackerStone (2024) indican que los métodos gamificados pueden incrementar la retención de vocabulario y gramática hasta en un 40 %, gracias a la práctica repetitiva y contextual que ofrecen los videojuegos y los entornos interactivos.

Para Lilly Sevilla, directora académica del Centro Cultural Costarricense – Norteamericano (CCCN), estas investigaciones son un llamado a profundizar y transformar la enseñanza del inglés en el país:

El reto no es simplemente incorporar dinámicas de juego, sino integrarlas en un proceso educativo intencionado que fomente la investigación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Bien diseñadas, estas experiencias lúdicas permiten que los estudiantes no solo aprendan inglés, sino que también desarrollen competencias para analizar, cuestionar y generar soluciones en contextos reales motivantes”, señaló.

Otros beneficios de la gamificación, además de la motivación y la reducción de la ansiedad, incluyen el fortalecimiento de la concentración, la resiliencia frente a los errores y la disposición a trabajar en equipo. Estas ventajas han sido ampliamente documentadas en estudios académicos en inglés, donde se demuestra que las dinámicas lúdicas bien diseñadas favorecen la retención de vocabulario, estimulan la participación y generan mayor confianza para expresarse en otro idioma.

“Costa Rica enfrenta desafíos significativos en la enseñanza del inglés, como la falta de motivación sostenida, el temor a hablar en público y la limitada práctica comunicativa en contextos reales. La gamificación, cuando se implementa con un propósito pedagógico claro, puede facilitar la práctica oral y la participación lo que promueve un aprendizaje más profundo, significativo y sostenible”, señaló.

Con 80 años de experiencia en la enseñanza del inglés, el CCCN ha mantenido una trayectoria constante de actualización e innovación académica, siempre fundamentada en una sólida base pedagógica. En este marco, la incorporación de elementos de gamificación en nuestros programas no responde a una moda pasajera ni a un simple recurso lúdico, sino a una estrategia intencionada que busca conectar con los entornos digitales que forman parte de la vida cotidiana de los estudiantes y potenciar su aprendizaje de manera significativa.

Sevilla enfatiza que el desafío para Costa Rica no radica únicamente en introducir nuevas metodologías, sino en asegurar que su aplicación trascienda el uso superficial de herramientas y se convierta en prácticas sostenidas que transformen la experiencia de aprendizaje con calidad pedagógica:

“No se trata de jugar por jugar. El verdadero valor está en diseñar experiencias lúdicas con objetivos claros de aprendizaje. Cuando se aplican de manera intencionada, estas estrategias se convierten en oportunidades para que los estudiantes construyan conocimiento a través del diálogo, la colaboración y la resolución de desafíos, potenciando tanto sus habilidades lingüísticas como sus competencias socioemocionales”, agregó

Como parte de esta visión, la especialista ofrece tres consejos prácticos para quienes deseen aprovechar el gaming en el aprendizaje del inglés:

  1. Explorar juegos de rol y mundos abiertos. Elegir videojuegos en inglés que requieran leer instrucciones, tomar decisiones y dialogar con personajes. Este tipo de experiencias expone al estudiante a un vocabulario variado en contextos significativos, favoreciendo una adquisición natural de la lengua.
  2. Convertir el aprendizaje en un reto personal. Establecer metas claras dentro del juego; por ejemplo, comprender instrucciones sin traducir y reconocer cada logro como un paso en el progreso. Este enfoque refuerza la motivación, la autonomía y el pensamiento crítico.
  3. Aprovechar el modo colaborativo en inglés. Participar en juegos en línea donde sea necesario interactuar con otros jugadores. La comunicación auténtica en tiempo real fortalece la escucha activa, la fluidez oral y las competencias socioemocionales.

Con el crecimiento de las industrias tecnológicas, del turismo y de los servicios compartidos en Costa Rica, el dominio del inglés se consolida como un requisito indispensable. En este escenario, la gamificación no es una moda pasajera, sino una estrategia educativa que contribuye a preparar a los estudiantes para un mercado laboral cada vez más competitivo y globalizado.

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