Innovación y seguridad: cómo las granjas porcícolas en Costa Rica garantizan la inocuidad de los alimentos de origen animal

Innovación y seguridad: cómo las granjas porcícolas en Costa Rica garantizan la inocuidad de los alimentos de origen animal

El sector porcícola costarricense crece gracias al compromiso de sus productores con la calidad, la innovación y la sostenibilidad. 

San José, 2025. En un contexto donde la seguridad alimentaria es una prioridad creciente a nivel global, la industria porcina costarricense se destaca por implementar técnicas innovadoras que aseguran la inocuidad de la carne de cerdo, protegiendo la salud de los consumidores y fortaleciendo la confianza en los productos nacionales.

Las granjas porcícolas modernas aplican un manejo sanitario integral que incluye estrictos programas de vacunación, bioseguridad y monitoreo constante del estado de salud de los animales. Estas medidas permiten prevenir enfermedades que podrían afectar la calidad y seguridad de la carne que se ofrece en el mercado.

Entre las principales técnicas implementadas para asegurar la inocuidad en las granjas porcícolas se destacan:

  • Programas de vacunación personalizados: Establecer esquemas adaptados a las condiciones sanitarias específicas de cada granja es crucial para prevenir enfermedades y garantizar la salud del hato. Para garantizar el bienestar animal, además de prevenir enfermedades de forma fácil y eficiente,
  • Mantenimiento de instalaciones limpias y desinfectadas: La limpieza regular de las áreas de producción, equipos y utensilios es vital para prevenir la propagación de enfermedades dentro de la granja.
  • Protocolos estrictos para el personal y visitantes: Implementar medidas como el uso de ropa exclusiva para la granja y estaciones de desinfección en puntos de entrada y salida contribuye a minimizar riesgos sanitarios.

“Nuestro objetivo es garantizar que la carne de cerdo producida en Costa Rica sea segura, de alta calidad y respetuosa con el bienestar animal. Estas prácticas fortalecen la confianza de los consumidores y el desarrollo responsable del sector. Estamos comprometidos con la innovación y la sostenibilidad para cumplir con los estándares nacionales e internacionales”, explicó Luis Diego Rojas Hernández, presidente de la Cámara Costarricense de Porcicultores (CAPORC).

Un sector clave en la salud pública

Para mantener y elevar los estándares de inocuidad, las granjas porcícolas en Costa Rica invierten continuamente en capacitación técnica para su personal, asegurando que los trabajadores estén al día con las mejores prácticas y tecnologías disponibles. Esto permite optimizar procesos, desde la alimentación y cuidado de los animales hasta la gestión ambiental y el manejo postcosecha.

El sector porcícola costarricense también trabaja en estrecha colaboración con instituciones académicas y organismos internacionales para incorporar protocolos basados en la evidencia científica, fortaleciendo la trazabilidad y seguridad de toda la cadena productiva. Con estas acciones, la industria porcina nacional se consolida como un referente en producción responsable, impulsando la seguridad alimentaria, la salud pública y el desarrollo económico sostenible en Costa Rica.

La porcicultura además de ser una labor agropecuaria; es una disciplina que involucra conocimiento técnico, innovación y un profundo compromiso con la calidad.

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