La Casa de Buen Día tiene un jardín prohibido

Jul 22, 2022 | Televisión

Foto del facebook de Calle 7

Redacción l redaccion@laesquina506.com

Todo parece indicar que estos días se desató un pleito callejero donde los contendientes son, por un lado, Randall Salazar y, por el otro, la gente de Calle 7 de Gabriela Solano. Además, al pleito se unió el otrora “dueño” de la Casa de Buen Día, Édgar Silva, quien este viernes, justo cuando se pasaba el nuevo espacio de canal 7, escribió en sus redes “Esa calle no va por buen camino, no tiene destino. Lo lamento por los tripulantes, porque son buenos”.

Randall Salazar

Al parecer, Randall no está a gusto con que hagan “Calle 7”, en el jardín de la casa de Buen Día. El reclamo de Randall se produjo cuando notó que el zacate de esa área está estropeado por el corre, corre, de los callejeros y del tropel de invitados que llevan. El asunto es que Salazar y los demás miembros del equipo mañanero cuidan con esmero esas instalaciones, que ellos utilizan todos los días desde buena mañana.

También parece que los de Calle 7, que hacen reportajes desde el Mercado Central de San José y de otras ciudades, muchas veces aparecen cargando cuando chunche compran o les regalan durante esas visitas, lo que contribuye al desorden y a la suciedad del set, que con tanto esmero cuidan Randall y sus compañeros.

Aunque Randall pegó alaridos ante el departamento correspondiente, no pegó y todo parece indicar que más bien el jueves llegó más gente de la cuenta, incluso más compras y cachivaches procedentes del Mercado Central donde los pupilos de Gabriela Solano hacen casi todas sus notas. Por el momento el famoso jardín de los deseos, luce con el césped más pelado que cancha de futbol de barriada.

Ya en sus tiempos Édgar Silva había tenido problemas por situaciones similares, al punto de que él prohibió que lo usara gente de otros programas, el que sí se paseaba como perro por su casa, cada vez que podía, era Paco, mascota que tuvo Silva durante trece años y que falleció en el 2015, dejando triste a Édgar, el “dueño” de la casa de los sustos y del jardín prohibido.

Historia subida por Edgar Silva

Por el momento Gabriela Solano, conocida por un sector de la televisora como “La usurpadora”, que regresó a la pantalla el pasado 11 de julio, está muy estresada, porque aparte de ver los temas de contenido y producción de su Calle 7, tiene que estar cuidando que no llegue mucha gente a jardín, que no se paren aquí o allá o que no hagan regueros con los chunches que llevaban al set.

Algunos recuerdan que cuando el dueño de la casita era Édgar, hubo varios problemas con gente de otros espacios, que intentó poner sus glúteos en aquella sala de la discordia.

Una que cuenta un cuento es la periodista de espectáculos Laura Rodríguez, de Telenoticias. Era la época en que el equipo estaba dividido en dos grupos: en la mañana usaban los equipos los del grupo de Pilar Cisneros —que para entonces ya se había agarrado de las mechas con Ignacio Santos— y en la tarde, los de Santos al que pertenecía Laura. Un buen día llegó el cantante colombiano Gary Galeano en la mañana y Laura, acongojada y sin capacidad de respuesta inmediata, lo sentó en la casa de Buen Día —sin saber que ella no tendría un Buen Día—. Laura entrevistó apurada a Galiano, salió despavorida del compromiso, porque ella sabía que Edgar se ponía de chicha cuando usurpaban el sitio. Laura se dirigió de inmediato al escritorio de su oficina en Telenoticias y no había terminado de sentarse cuando la llamó Pilar Cisneros para decirle que se presentara de inmediato a la oficina de la dirección. Laura subió más nerviosa que gallina en fiesta de zorros. Cuando Laura entró en el despacho de la codirectora, allí estaba Édgar empoderado y bien sentado. Pilar invitó a Laura a sentarse y de inmediato Silva le advirtió que no quería verla nunca más a ella ni a sus invitados en la Casa de Buen Día. “Sí señor”, dijo Laura y se marchó con el rabo entre las piernas.

Ahora la que está en la misma condición que Laura es Gabriela Solano, quien se había tenido que marchar del canal por los problemas que tuvo con el polémico Víctor Carvajal; pero al final el que se tuvo que marchar fue Carvajal. Ahora, Gabriela encontró la oportunidad de regresar a un ambiente laboral más calmado, sin embargo, después de su llegada, se volvieron a formar islas, se revolvieron las aguas y grupos de poder que la han atacado a ella directamente, creando de nuevo un ambiente extraño y muy pesado.

El enredo apenas empieza. Quedan todos avisados. Hagan sus apuestas. ¿Quién se queda? ¿Quién se va? Solo su peinador lo sabe.