Pablo Áviles l redaccion@
A dos galas para concluir la temporada, pareciera que todas las cartas están tiradas en la mesa, lo que hagan los concursantes y los jueces estará de más: unos lucharán por vencer a sus contrincantes y otros regalarán dieces y nueves a diestra y siniestra. Los comentarios del jurado serán similares y tendenciosos si se quiere, en procura de inclinar la balanza hacia un lado o hacia el otro.
Lo que va a estar difícil de entender es al público que con su voto va a llevar a un finalista infantil y a otro mayor de edad, al podio del estrellato. Un estrellato lleno de vacíos. Las reglas de participación parecieran no estar claras, puesto que el público votante se va a decantar por el concursante que…
a. …pertenezca a su familia o sea amigo de la familia, quizás el hijo de un compañero de trabajo
b. …al escuchar tantas veces las ofertas del juez Araya, desde la gala 5, de querer verle cantando acompañado de su orquesta, se va a decantar por tal o por cual.
c. …al haber mezclado en la lista de participantes novatos con intermedios y algunos con carrera conocida, piensan que todos empezaron en igualdad de condiciones y que fueron aflorando y demostrando sus habilidades con el paso de las galas.
d. …al no tener claridad en las reglas del concurso, piensan que la nueva estrella podría ser aquel o aquella participante que mejor imite a los artistas internacionales usados como referentes en cada noche de competencia.
e. …los haga creer que es la primera vez que pisa un escenario y canta como los ángeles, porque al cabo de ocho galas o menos, aprendió a aplicar todas las recomendaciones que tanto jueces como profesores le dieron durante la semana.
f. …cualquiera otra idea que divague por su mente.
El público tico es muy musical y tiene suficiente habilidad para discernir entre lo bueno, lo malo y lo feo; entre lo auténtico y lo falso; entre lo que se está forjando y lo que ya estaba forjado. Baste con hurgar un poco las redes sociales y se pueden encontrar rastros de concursantes con cierta trayectoria en la música. Ello, frente a otros que apenas intentan ser descubiertos es algo a lo que simplemente debemos llamarle UNA GRAN VENTAJA.
Sin duda, Nace una Estrella será recordada por la cantidad de participantes quienes ingenuamente llegaron a buscar su oportunidad de oro; a procurar ser escuchados por algún productor de buen corazón (si es que aún quedan en el planeta Tierra), y quizás escuchar el buen comentario, o recibir el apoyo que le haga reflexionar en si su futuro está asociado al canto, o si es mejor dedicarse a otra cosa. Porque la Música puede ser muy linda y edificante, pero a la vez es una avalancha de incertidumbres, de altibajos, de alegrías y frustraciones.
Entonces, la gran responsabilidad de hacer que gane el candidato que merece la oportunidad de estar emprender una carrera musical —al igual que ocurre en las elecciones presidenciales o municipales— está en el público votante.
Probablemente, según lo han indicado las tablas de posiciones a lo largo de la temporada, los nombres finalistas sean, a nuestro humilde criterio y discreta opinión, los siguientes:
• Mariser y Lucas, entre los niños
• Jeff, Jafet y Gustavo, entre los grandecitos
Será su responsabilidad, querido público lector, seguidor del Reality quien dé sabiamente la oportunidad de hacer carrera a quien más méritos hizo, por empezar de cero, dispuesto a recibir críticas constructivas y mantenerse saltando los escollos encontrados a lo largo de la competencia con arte y con gracia.
Editorializando ando… eso sería.