Se destaca el compromiso del país con una alimentación saludable, la protección del ambiente y el bienestar social, mediante políticas inclusivas que inspiran a otros países.

San José, Costa Rica, El pasado 14 de agosto de 2025-. El Centro de Coordinación de los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas reconoce el liderazgo del país, en la elaboración de la hoja de ruta “Costa Rica hacia Sistemas Agroalimentarios Sostenibles y Saludables 2023-2026 desde el campo hasta el plato”, según el nuevo informe “Implementado hojas de ruta nacionales de Sistemas Alimentarios: prácticas emergentes”.
Este reconocimiento forma parte del proceso global impulsado por la segunda Cumbre de Seguimiento de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios (UNFSS+4, por sus siglas en inglés), que ha apoyado a más de 150 países en distintas acciones para transformar sus sistemas alimentarios con un enfoque más inclusivo, sostenible y multisectorial.
Un sistema agroalimentario sostenible asegura que todas las personas puedan tener acceso a alimentos nutritivos hoy y en el futuro, sin poner en riesgo el medio ambiente, la economía ni el bienestar social. Esto implica que sea rentable, genere beneficios para toda la sociedad y proteja los recursos naturales.
“Este tipo de prácticas y casos de éxito no solo inspiran a otros países, sino que también reflejan cómo las políticas públicas bien diseñadas, financiadas y monitoreadas pueden traducirse en transformaciones beneficiosas para las personas productoras, consumidoras y las futuras generaciones”, comentó Andrea Padilla, representante asistente de programas de la FAO en Costa Rica.
Costa Rica construyó una hoja de ruta a partir de diálogos multisectoriales que involucraron a la sociedad civil organizada, los sectores público y privado. Este proceso se desarrolló con un enfoque orientado a integrar la transformación de los sistemas agroalimentarios en los planes nacionales de desarrollo y en las políticas sectoriales claves vinculadas con una mejor nutrición, producción y medio ambiente.
El informe destaca que, a partir de estos diálogos nacionales, se realizó un diagnóstico y un análisis de las políticas existentes para identificar prioridades y oportunidades aún no atendidas dentro de los marcos nacionales. Este ejercicio permitió orientar las acciones necesarias para cerrar las brechas detectadas en los sistemas agroalimentarios.