Nunca imaginó que su primer gran papel en televisión sería tan icónico. Paola Montes de Oca, actriz mexicana con una sólida trayectoria teatral, conquistó los corazones del público latinoamericano al interpretar a María Antonieta de las Nieves, conocida cariñosamente como “Toni”, en la serie Sin querer queriendo, basada en la vida de Roberto Gómez Bolaños.

“Jamás en mi vida me imaginé interpretar a alguien como ella”, confiesa Paola con una mezcla de humildad y entusiasmo. Su papel no solo la catapultó al reconocimiento regional, sino que también le permitió conectar con la entrañable mujer detrás de “La Chilindrina”, más allá del personaje.

De los escenarios teatrales al mundo de la televisión

Aunque había hecho pequeñas apariciones en televisión, este fue su primer rol protagónico. “Me crié y mi experiencia viene completamente del teatro, donde todo es más expresivo y corporal. En la pantalla chica, todo se vuelve más sutil y contenido. Pero fue una experiencia hermosa”, cuenta.

El salto no fue fácil. El miedo escénico se transformó en respeto profundo hacia el legado de su personaje. “No sabía si iba a poder sacar el personaje adelante”, dice, pero lo logró con trabajo, amor y disciplina.

Un casting abierto… y una oportunidad inesperada

Paola llegó al personaje por medio de un casting abierto. La directora de casting subió una foto de Toni con la frase: “¿Te pareces a ella o conoces a alguien que se le parezca?”. Paola no lo dudó. “Nunca me habían dicho que me parecía, pero algo me dijo que lo intentara”.

Lo que empezó como un impulso se convirtió en un sueño hecho realidad. En cuestión de semanas, Paola estaba haciendo pruebas de cámara, y finalmente recibiendo la noticia de que había sido elegida.

Una amistad que traspasó la pantalla

Durante el rodaje, tuvo la oportunidad de conocer a Toni en persona. “Se volvió una muy buena amiga y una cómplice generosa”, cuenta. Aunque al inicio trabajó sola el personaje, más adelante tuvieron un encuentro íntimo en el que compartieron anécdotas, emociones… y hasta el famoso lloriqueo de La Chilindrina.

Ambas descubrieron similitudes: “Desde niña, Toni fue la única artista de su familia. Igual que yo”, relata Paola. Esa conexión personal fue clave para construir una interpretación honesta y conmovedora.

Una historia que recorre Latinoamérica

Gracias a la serie, Paola ha recorrido distintos países del continente. “Siento muy cercana a mi gente latinoamericana. Su cariño y apoyo me llenan el alma”, dice con emoción.

Sin querer queriendo no solo cuenta la historia detrás del genio creativo de Chespirito, sino que también humaniza a las figuras que marcaron generaciones. “Es una historia humana, emotiva y necesaria”, asegura Paola.

¿Qué viene para Paola?

Por ahora, nada concreto, pero muchas posibilidades. “Estoy lista para regresar al set, muero de ganas”, afirma. Mientras tanto, sigue en contacto con su creciente audiencia a través de redes sociales, esperando pronto compartir nuevos proyectos.

Un mensaje para Costa Rica

Antes de despedirse, Paola envía un cálido saludo a sus seguidores en Costa Rica:

“Les mando todos mis abrazos, todo mi cariño. No se pierdan Sin querer queriendo, se van a entretener, emocionar y recordar por qué este legado es tan importante para todos nosotros”.