Alex Murillo I Nota de Prensa l redaccion@laesquina506.com
En América Latina y el Caribe el 84% de los niños y adolescentes no realizan suficiente actividad física. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la revista médica The Lancent Child & Adolescent Health, esta población no realiza el nivel mínimo recomendado de una hora de ejercicio al día, poniendo en riesgo su salud y evidenciando la necesidad de adoptar medidas urgentes.
El panorama es aún más preocupante al analizar las diferencias por sexo en la región, ya que las mujeres se encuentran en una posición más vulnerable con el 88,8% en estado de inactividad física, en comparación a un 79,9% de los hombres. Esto aumenta el riesgo de una población que biológicamente ya está predestinada a ciertos padecimientos como, por ejemplo, la hipertensión, ya que, según la OMS más de la mitad de los pacientes con esta enfermedad son mujeres.
Estas cifras, son desalentadoras en la lucha de los sistemas de salud por prevenir las enfermedades no transmisibles (ENT), que incluyen los padecimientos cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, problemas respiratorios y la diabetes. Por esta razón, en el marco del Día Internacional de la Juventud que se celebra cada 12 de agosto, la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos (Fedefarma); realiza un llamado a la concientización de atender las necesidades sanitarias de este grupo, promoviendo la actividad física desde edades tempranas y así evitar uno de los principales factores para la mortalidad global.
Para Victoria Brenes, Directora Ejecutiva de Fedefarma, la actividad física insuficiente es perjudicial para la salud actual y futura de los jóvenes, por lo que es urgente abogar por la inversión en programas de salud dirigidos a esta población. “Al entender que la niñez y adolescencia son etapas en donde no se cuenta con la total autonomía para abogar por la propia salud, es vital crear campañas de concientización y fomento de las prácticas de autocuidado en los hogares; además de la creación de políticas públicas y programas orientados a la prevención de enfermedades crónicas”.
Además, Fedefarma destaca que una de las principales áreas de estrés financiero para los sistemas de salud en Centroamérica y el Caribe es el tratamiento de las complicaciones médicas por padecimientos prevenibles. Por esta razón, hace un llamado a incluir en el primer nivel de atención un mayor enfoque en la prevención y motivación de hábitos saludables en la población joven, y así coadyuvar a la estabilidad de la seguridad social.
Algunas recomendaciones avaladas por organismos internacionales para fomentar la actividad física en niños y adolescentes son:
- Realizar al menos 60 minutos diarios de ejercicio. Intercalando entre actividades aeróbicas y de resistencia para fortalecer la estructura ósea y muscular.
- Reforzar positivamente la diversión y disfrute alrededor de la práctica del deporte o actividades recreativas. Para fomentar el interés y dejar de lado otras opciones disponibles al alcance de los jóvenes como las redes sociales, los videojuegos, y la televisión, entre otras actividades sedentarias.
- Fomentar la actividad física sin discriminación de género. Promover la igualdad y el respeto, desafiando los estereotipos que limitan las capacidades de las mujeres.
- Propiciar espacios sanos y libres de peligro. Tomando en cuenta que la delincuencia es uno de los principales factores que amenazan la práctica del ejercicio en espacio públicos.
- Promover la incorporación de estilos de vida activos como una respuesta a los cambios emocionales. La frustración, estrés y ansiedad son cada vez más comunes en los jóvenes, por lo que identificar el ejercicio como una manera sana de lidiar con estos cambios es una estrategia recomendada.
Además, para asegurar una salud integral en los niños y jóvenes, esto se debe acompañar de otros hábitos tales como la buena alimentación, evitar el consumo del tabaco, alcohol y demás sustancias perjudiciales para la salud.
Para Fedefarma, los hábitos de autocuidado tendrán un mayor éxito si son adoptados desde edades tempranas con la ayuda de las redes de apoyo en los hogares y comunidades, y el esfuerzo de los entes gubernamentales para asegurar una mejor calidad de vida de las personas jóvenes en la región.