Según la Agencia Internacional de la Energía, el transporte de mercancías es el responsable del 10% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2). De este porcentaje, el tráfico de camiones supone más de un 75%.
Otros medios de transporte consumen menos energía, pero las posibilidades de aumentar el tráfico marítimo y ferroviario son muy limitadas y, aunque el transporte aéreo consume muchísima energía, su cuota total de CO2 es muy pequeña. Dicha incidencia en el medioambiente ha llevado a la logística a acuñar el término de logística verde (Green Logistics).
El objetivo de la logística verde es reducir el impacto ambiental derivado de la actividad de cada compañía, promoviendo un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección de nuestro planeta.
“El sistema logístico de las compañías debe aprovechar la tecnología para optimizar las rutas de transporte y distribución de mercadería, y así reducir las emisiones de CO2, esto mediante una buena planificación de rutas, el uso de vehículos ecológicos y el uso eficaz de los recursos para conseguir procesos más eficientes y amigables con el medio ambiente”, manifestó Luis Diego Trejos, Gerente General de Detektor.
Beneficios para las empresas
Adoptar medidas de logística sostenible aseguran que la empresa esté preparada para cumplir con las normativas ambientales, cada vez más demandadas por gobiernos y consumidores.
Asimismo, las políticas de logística ambiental representan una ventaja competitiva frente a la competencia pues mejora la eficiencia de la compañía, el valor de la marca y la reputación de la empresa, a la vez que genera ahorros de recursos y de dinero.
Acciones a implementar
Luis Diego Trejos, Gerente General de Detektor, detalla las medidas que pueden tomar las empresas para alinear sus operaciones con esta iniciativa sostenible.
- Medir la huella de carbono: Conocer cuántas emisiones está generando la operación logística es el punto de partida para establecer medidas para controlar los resultados de las acciones. Para ello se puede contar con tecnología de rastreo que genera información sobre las distancias recorridas y así calcular las emisiones de carbono.
- Recolectar información: Los datos generados por los colaboradores, mediante sistemas GPS, permiten valorar todos los detalles necesarios para alinear los objetivos a la logística verde: costos, ganancias, ahorros, eficiencia, desgaste de los vehículos y reducción de desperdicios.
- Integrar herramientas de rastreo: Esta medida facilita la toma de decisiones al momento de planificar las rutas de transporte para hacerlas más eficientes y menos contaminantes.
- Utilizar tecnología de inteligencia de negocios: Los reportes BI (del inglés business intelligence) permiten visualizar los datos estadísticos de la compañía para tomar decisiones en aras de reducir los gastos y aumentar la productividad de manera sostenible.
- Cambiar a vehículos híbridos o eléctricos: Existen alternativas de transporte menos contaminantes como los vehículos híbridos o eléctricos que podrían ser claves para la logística del futuro. No obstante, esto implica invertir en la renovación de flotas, algo que muchas veces no es asequible para todas las empresas.
- Eliminar el uso de papel: Se puede reemplazar el uso de papel gracias a la implementación de soluciones informáticas como la herramienta SmartWork de Detektor, la cual permite gestionar las operaciones desde los dispositivos móviles.
- Monitoreo de las unidades: Se debe verificar constantemente el buen estado de las unidades, el GPS permite administrar la flotilla para utilizar los vehículos de la manera más homogénea y mantenerlos en las condiciones más óptimas y equitativas.
- Capacitar al personal: Es necesario capacitar a los conductores sobre la responsabilidad ambiental de la compañía, los buenos hábitos de conducción y la importancia de su función para lograr una logística verde.