Bioinsumos amplían la eficiencia y la sostenibilidad del sector cañero costarricense

Oct 21, 2024 | Noticias

Comunicado de Prensa l LaEsquina506CR@gmail.com

A medida que incrementa la población mundial y que los retos climatológicos amenazan las producciones agrícolas, particularmente en nuestra región, se hace cada vez más necesario implementar medidas científicas y tecnológicas que permitan la producción sostenible de cultivos, entre ellos, la caña de azúcar. En Costa Rica, LAICA ha sido pionera en la investigación de bioinsumos para proteger estas plantaciones y continuar impulsando acciones en favor de la sostenibilidad y la conservación de los recursos en las fincas.

La agroindustria cañero-azucarera es un motor importante de la economía costarricense, ya que, por cada 1.000 millones de colones de ingresos de azúcar se producen 2.401 millones de colones adicionales en la economía. Precisamente, dada su importancia, se ha convertido en una prioridad para la preservación del medio ambiente. 

Los bioinsumos son productos de origen biológico utilizados en la agricultura para mejorar la calidad del suelo, controlar plagas y enfermedades, y promover el crecimiento de las plantas. Estos insumos incluyen microorganismos, extractos de plantas, y otros compuestos orgánicos que pueden actuar como fertilizantes, pesticidas, y estimulantes del crecimiento. 

LAICA, a través de su Departamento de Investigación y Extensión de la Caña de Azúcar (DIECA), produce agentes de control biológico como parasitoides y hongos que controlan diferentes plagas del cultivo. Esto permite reducir la necesidad de aplicar insecticidas químicos y mantener un ambiente óptimo y libre de estos productos. 

Anualmente este departamento produce y distribuye 35 millones de unidades del parasitoide Cotesia flavipes, el cual controla al barrenador común del tallo (Diatraea spp.) con lo que se cubre alrededor de 7000 hectáreas de cultivo. Así mismo, se producen anualmente 25 toneladas de los hongos entomopatógenos Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae mediante los cuales se controlan diferentes plagas del cultivo como el salivazo, el picudo rayado, la chinche de encaje, la cigarrita, entre otras. Con estos se logra cubrir alrededor de 5000 hectáreas de cultivo. 

Por otra parte, DIECA desarrolla biofertilizantes a base de bacterias que se asocian a la caña de azúcar y le permiten ser más eficientes en la absorción de elementos como potasio, fosforo, nitrógeno, entre otros. Esto también permite reducir el uso de fertilizantes de síntesis química manteniendo un suelo más sano y con mayor diversidad de microorganismos benéficos. 

“Sin duda, la inversión que el sector realiza en Investigación y Desarrollo y en la implementación de tecnologías sostenibles demuestra que sí es posible lograr un fortalecimiento de la agricultura con mínimo impacto para el medio ambiente y las personas. En la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA) continuamos trabajando activamente para implementar las mejores tecnologías y prácticas de producción para que el cultivo de la caña siga siendo un pilar para el sustento de miles de familias y una fuente importante de divisas para la economía costarricense, en armonía con la sostenibilidad ambiental”, comentó Alejandro Rodríguez. Gerente del Departamento de Investigación y Extensión de la Caña de Azúcar de LAICA.

Cosecha de conocimiento

Ante la necesidad de conocer y combatir los posibles obstáculos que tiene que enfrentar el sector azucarero del país, en 1982, LAICA, junto con el Ministerio de Agricultura y Ganadería creó DIECA, la Dirección de Investigación y Extensión de la Caña de Azúcar. Este organismo de carácter científico y tecnológico tiene como objetivo investigar enfermedades, plagas y otros problemas productivos que puedan afectar el sector cañero, así como sus posibles soluciones y remedios para combatirlas. Además, brinda servicio – sin exclusión alguna – a todos los productores e industriales organizados y representados por LAICA.

Desde entonces, DIECA ha asumido y liderado distintas investigaciones y proyectos para la mejora continua en la producción de caña de azúcar, abarcando incluso programas de mejoramiento genético desde el año 2000. Estos programas desarrollan variedades de caña propias con la denominación LAICA que poseen una buena adaptabilidad a las condiciones de suelo y clima presente en las diferentes regiones cañeras del país, son altamente productivas, resistentes o tolerantes a las principales enfermedades del cultivo y genéticamente estables. Según el censo cañero del año 2022, de las 58.000 hectáreas de siembra de caña en el país, unas 10.500 ha se siembran con variedades LAICA (18% del total) y se espera que el próximo censo del año 2025 revele que las variedades LAICA abarquen al menos un 30% del área total.  

“La producción de caña lleva bienestar y desarrollo a 25 cantones y a 114 distritos en el país; es el modo de vida de más de 6000 productores y sus familias; de éstos, el 35% son mujeres cañeras. De ahí que todos los esfuerzos que realizamos desde DIECA para el desarrollo tecnológico y las mejoras del sector, buscan ofrecer mejores condiciones agrícolas y una mayor eficiencia tanto a productores, ingenios, y por supuesto, un producto de primera calidad al consumidor final. En este sentido, nuestro compromiso son la sostenibilidad de las plantaciones y del sector es total,” finalizó Rodríguez.