Un informe de Boston Consulting Group (BCG) identifica los factores clave que explican este comportamiento y presenta las estrategias que las marcas pueden adoptar para conectar con un consumidor cauteloso pero dispuesto a gastar.

Centroamérica y Caribe. El último informe de Boston Consulting Group (BCG) titulado Why Gloomy Consumers Keep Spending revela cómo, aún en un contexto económico desafiante, los consumidores mantienen un nivel de gasto significativo, cuáles son las dinámicas que impulsan este fenómeno y cómo las empresas pueden aprovechar esta tendencia para asegurar su crecimiento en tiempos de incertidumbre.
Si bien el 62% de los consumidores son pesimistas con respecto a su situación económica y el futuro cercano, más de la mitad de los encuestados mantiene sus hábitos de compra o incluso los incrementa. Sin embargo, este gasto no es tan impulsivo como antes. Ahora, las decisiones de compra son más estratégicas y cautelosas, lo que refleja un cambio en las prioridades con un mayor enfoque en productos esenciales en los cuales el valor y la relación precio-calidad se convierten en factor determinante.
Andrés Giraldo, Managing Director & Partner de BCG, explicó: “Lo que estamos viendo es que, incluso en medio de la incertidumbre, los consumidores no actúan de forma reactiva sino estratégica: priorizan, racionalizan y reconfiguran sus decisiones de compra con una lógica clara. Para las empresas, esto no significa un freno al crecimiento, sino la oportunidad de conectar con un consumidor más consciente, que valora la relevancia y la adaptación de las marcas a su contexto inmediato.”
Tres estrategias clave para las empresas en tiempos de incertidumbre
El informe ofrece insights clave para que las empresas puedan adaptarse a este comportamiento de consumo, y así capitalizar las oportunidades que surgen incluso en tiempos difíciles:
- Reforzar el valor tangible y diferenciado: no se trata solo de ajustar precios o destacar la calidad, sino de demostrar de manera concreta por qué un producto o servicio vale la pena frente a otras opciones. El consumidor actual quiere sentir que obtiene algo más que un simple objeto: busca utilidad, seguridad, y una relación directa entre lo que invierte y lo que recibe.
- Diseñar experiencias y ofertas personalizadas: el vínculo con el cliente se fortalece cuando la marca ofrece algo que encaja con su contexto y momento de vida. Esto va más allá de segmentar por edad o ubicación, implica entender sus hábitos, anticipar sus necesidades y ofrecerle lo que valora en ese instante.
- Convertir la adaptabilidad en motor de crecimiento: la incertidumbre no solo exige capacidad de reacción, sino también disposición para explorar caminos nuevos. La adaptabilidad, en este sentido, no es una defensa ante lo imprevisto, sino una estrategia activa para encontrar oportunidades incluso en escenarios complejos.
El futuro del consumo: oportunidades y desafíos
El informe concluye que aunque el consumo sigue siendo fuerte, las empresas deben ser conscientes de los cambios en la mentalidad de los consumidores. Las marcas que logren ofrecer un valor real, que personalicen la experiencia de compra y que sean resilientes frente a los desafíos económicos, estarán mejor posicionadas para prosperar.
Puedes leer la publicación completa, en la web de BCG.