Decoración navideña con alma conquista los hogares costarricenses

Decoración navideña con alma conquista los hogares costarricenses

San José, Costa Rica. Hay símbolos y figuras que, año tras año, le recuerdan que la Navidad es mucho más que luces y regalos. Este diciembre, el Cascanueces vuelve a tomar protagonismo como un clásico de la decoración y como un guardián de los rituales y memorias familiares que dan sentido a la temporada.

De pie, firme, solemne y colorido, representa algo más profundo: la protección del hogar, la magia de lo cotidiano y la capacidad de volver a ver el mundo con ojos de niño. Su presencia marca el inicio de una época donde los detalles importan, donde las tradiciones se rescatan y lo simbólico adquiere un nuevo valor.

Junto a él, las villas navideñas le invitan a detener el tiempo. Son pequeños escenarios llenos de luz, nieve y movimiento, que evocan escenas íntimas de una Navidad soñada. Cada casita, cada farol encendido, es una ventana hacia la imaginación: un pueblo en miniatura donde conviven la nostalgia y la fantasía.

“Queremos que esta Navidad sea una oportunidad para que las familias se conecten con las emociones que la hacen especial. Los cascanueces y las villas se han convertido en favoritas porque son una manera de contar historias, de traer recuerdos y de crear nuevas memorias”, explicó Angélica Zamora, Asesora del Hogar de Ferretería EPA.

La propuesta navideña de este año busca ir más allá de decorar: se trata de darle alma a sus espacios. A través de estos elementos cargados de simbolismo, se celebra la belleza de lo sencillo, lo tradicional y lo que perdura.

Cinco consejos para su decoración navideña 

Decorar es crear atmósferas, despertar recuerdos y dar forma visible a lo que sentimos. La Navidad, más que una temporada, es una invitación a transformar su hogar en reflejo de lo que usted valora.

Logre una decoración bonita y que también se sienta significativa:

  1. Elija una historia: más allá de una paleta de colores, piense en la emoción que desea evocar: ¿nostalgia? ¿magia? ¿Un recuerdo de infancia? Deje que esa historia guíe sus decisiones.
  2. Haga del Cascanueces un personaje central: ubíquelo en lugares clave como la entrada o la sala, donde pueda mirar de frente y dar la bienvenida con presencia.
  3. Cree una escena viva con su villa: agrupe las piezas sobre una base neutra, añada iluminación suave y juegue con alturas o niveles para lograr una composición que cuente una historia en miniatura. Puede agregar accesorios como arbolitos para dar más naturalidad al ambiente.
  4. Ilumine con intención: las luces son el alma de la atmósfera. Opte por tonos cálidos y colóquelas estratégicamente para acentuar detalles y generar calidez.
  5. Involucre a su familia: permita que cada miembro elija una pieza especial: un Cascanueces, una villa o un adorno con historia. La decoración más bonita es la que se construye entre todos.

En un mundo que a veces corre demasiado rápido, decorar para Navidad es una forma de volver a lo esencial: a los vínculos, a los recuerdos, a la belleza de los rituales compartidos. 

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