
Rogelio Benavides Rivas l benapresa@hotmail.com
La Luna Liberiana no ha perdido la risa, tampoco el color, pero hoy tiene un inmenso dolor: ha muerto Manuel Chamorro su más famoso intérprete, el que más la quiso, el que mejor interpretó por aquí y más allá, aquella inspiración de Jesús Bonilla.
La noticia triste me llega de boca de mi colega el periodista liberiano José Manuel Peña Namoyure. Lo conocí a Manuel Chamorro cuando yo era periodista en La Nación, lo entrevisté varias veces, luego nos hicimos amigos y admiré por siempre su carrera, su talento y su don de gentes. También me gusta, aparte de su Luna Liberiana, su versión para El Burro de chilo. La pampa guanacasteca pierde hoy a uno de sus más queridos cantantes.
Manuel, médico de profesión, estudió en México, pero su vida, su corazón y su alma estuvieron siempre al servicio de la música. Representó a nuestro dos veces en el Festival de la OTI en 1977, en España, con la pieza “Melodía de los amantes”, y en 1983 en Washington con “Gracias amor”.
Luna Liberiana, de Jesús Bonilla Chavarría, la estrenó el 14 de febrero de 1936 la Banda Militar de Liberia y siempre se le ha considerado uno de los boleros más emblemáticos de Guanacaste.
El gran pianista argentino Raúl Di Blasi incorporó a Luna Liberiana en su repertorio y cada vez que venía, no se podía ir son tocarla, sin honrarla. Oh luna divina, que ilumina nuestra tierra. El gran Plácido Domingo la interpretó en el estadio Ricardo Saprissa, un 14 de noviembre del 2008, en un concierto organizado por BAC Credomatic. Aquella noche también estuvo nuestra querida Iride Martínez.
La primera grabación de Luna Liberiana fue en 1958, hace 62 años, y fue precisamente Manuel Chamorro el que la interpretó acompañado por el legendario Trío Los Ticos. En el 2011, la Municipalidad de Liberia declaró a esta canción como el himno oficial del cantón.
Te vas mi querido Manuel. Luna Liberiana no volverá a sonar igual, pero quedará en el recuerdo de todos, tus magistrales interpretaciones. Descansa en paz amigo, vuela alto, muy alto.
Como diría Ricardo Mora en “Noche Inolvibable”, cuánta tristeza profunda has dejado en mi alma.
Hasta pronto Manuel, nos vemos en el cielo, mientras tanto sigamos cantando:
¡Oh Luna divina!
que ilumina nuestra tierra.
Misterio insondable
que confunde nuestras almas.
Sale el astro,
entre nubes,
misteriosas y oscuras
¡oh luna divina!
que iluminas nuestras almas.
Luna liberiana, luna para amar,
misteriosas noches,
que embriagan de amor.
Es un paraíso
que el Creador nos dio,
de mujeres bellas
que saben amar.
Luna liberiana, luna para amar,
yo bajo tu manto lloro de placer
y en noches calladas
cuando todo duerme.
Luna liberiana yo velo por ti.
Luna Liberiana
luna para amar
misteriosas noches
que nos embriagan de amor…