Redacción l redaccion@laesquina506.com
El océano global es el principal pulmón del planeta, ya que provee más de la mitad del oxígeno y absorbe más de una cuarta parte del dióxido de carbono emitido, es vital en el ciclo del agua y el clima, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra, alimenta a más de tres mil millones de personas y conecta poblaciones y mercados, constituyendo una parte insustituible del patrimonio natural y cultural universal.
Por todo esto y más, la ONU estableció el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos, pero “mientras no haya acciones concretas, una gestión sostenible y protección de estos, celebrar dicho día es una hipocresía”, aseguró Jorge Serendero, director de For the Oceans Foundation.
Esta ONG junto con otras tres: Finsattached, Rob Stewart y United Conservationists; buscan una alianza con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, el Ministerio de Ambiente, las universidades estatales y la Universidad para la Paz, con el fin de impulsar la Declaratoria Universal de Paz para el Océano y cesar así con todo tipo de agresiones que se dan a esta parte tan imprescindible para la humanidad.
“Cuando hablamos de una agresión proveniente de la actividad humana insostenible basada en el abuso, la ignorancia y la codicia de los intereses económicos, nos referimos a la sobrepesca, la pesca de arrastre, la pesca ilegal, la terrible contaminación por plásticos y la explotación petrolera, la contaminación acústica y la minería de fondo marino como agresoras concretas para los ecosistemas marinos y terrestres”, dijo Serendero.
El impacto adverso de las actividades humanas no sostenibles acelera el cambio climático, la acidificación de las aguas y su desoxigenación, el deshielo polar altera las corrientes y aumenta el nivel del mar, la erosión costera y la meteorología extrema.
El director de la Fundación para los Océanos insiste en que “Debemos pensar que el océano, no es solo el origen de la vida de este mundo, es también el Gran Banco Mundial del planeta con la reserva de riqueza más importante para asegurar la supervivencia de toda su biodiversidad, ya que es el único recurso que nos puede dar esa seguridad alimentaria tan ansiada. El océano global no conoce fronteras ni límites territoriales, pero aaunque es inmenso y poderoso, su equilibrio es igualmente delicado y hasta frágil”.
Declararle la paz y cesar la agresión permitiría y avanzar hacia una protección efectiva del océano global para al menos el 30% de su extensión hacia el año 2030, y para que esa paz sea universal y efectiva todos los actores deben poseer la voluntad, el suficiente poder político y los medios para su cumplimiento.
Para que esto sea una realidad, es urgente que todas las partes acuerden y suscriban un compromiso internacional de voluntades que no quede en medidas paliativas o discursivas, y combatir con éxito las principales amenazas para los ecosistemas, la biodiversidad y la vida productiva de las poblaciones costeras.
«En el Día del Océano, deberíamos pensar más en su cuidado permanente y el respeto a sus vitales funciones sistémicas. Necesitamos un largo período de paz, para que el océano se recupere de la insostenible agresión humana», concluye Serendero.