Por: Miguel Ángel Fernández Tercero*
Como hijo del artista y presidente de la fundación Rafa Fernández, es lamentable ver cómo una institución dedicada a la promoción y difusión del arte puede ignorar la trayectoria de uno de los artistas nacionales más importantes e influyentes, como es el caso de Rafa Fernández en la exposición conmemorativa de los 45 años del Museo de Arte Costarricense.
Es inexcusable que los directores y curadores del museo hayan tomado la decisión inexplicable de omitir la obra de un artista cuya trayectoria está ampliamente reconocida en el ámbito artístico internacional, y cuyas obras se encuentran en colecciones públicas y privadas alrededor del mundo, incluyendo museos de renombre como el Museo de Arte Latinoamericano de Washington DC, el Museo Goya en Fuendetodos Zaragoza, España, y la Galería Uffizi en Florencia, Italia, entre otros.
Rafa Fernández fue reconocido en múltiples ocasiones, incluyendo el Premio Nacional de Pintura en tres oportunidades; el Premio Magón por su trayectoria de vida en el ámbito artístico y cultural del país, y el benemeritazgo de la patria como el más alto honor que se otorga a un ciudadano costarricense.
Internacionalmente expuso su obra en importantes galerías de Washington DF, New York, Miami Florida, Tucson, Arizona; Caracas, Bogotá, Ciudad Panamá, Ciudad Guatemala, Tegucigalpa, Santo Domingo; en Europa en París, Madrid, Barcelona, Cosenza, Torino, Venecia, y Roma, donde la crítica siempre fue positiva.
Son pocos los artistas que tienen una trayectoria como la del maestro Rafa Fernández, lo que hace aún más sorprendente que haya sido ignorado en esta exposición.
No solo eso, sino que el brochure de la exhibición es impreciso, atribuyendo erróneamente la iniciativa del Museo de la Miniatura al departamento de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, cuando en realidad fue iniciativa del propio artista Rafa Fernández, quien no solo propuso y conceptualizó el museo, sino que también se encargó de lograr las donaciones necesarias para su creación.
Es decepcionante, aunque no es de extrañar, ver cómo una institución dedicada a la promoción del arte en nuestro país, ignora la trayectoria de un artista nacional tan importante y tergiversar la historia en su favor y en detrimento del creador original. Este tipo de decisiones solo pueden atribuirse a la ignorancia o la mezquindad de los responsables del museo.
Es claro que la dirección recae sobre algunas personas , y es imperativo que estas personas actúen con la debida diligencia , es lo que espera y merece el espectador y el artista; y lo que hace la diferencia entre la mediocridad y la proyección, es lo que puede hacer grande a un museo o hacer que pase inadvertido.
La huella de Rafa Fernández está escrita en piedra; no espero que eso sea reconocido por estas, pero sí que quede en evidencia lo limitado y estrecho de su actuar.
*Miguel Ángel Fernández, es presidente de la Fundación Rafa Fernández.