Una infraestructura hospitalaria limpia brinda tranquilidad al personal de salud para ejercer su labor en condiciones óptimas.

El Hospital Nacional de Niños “Dr. Carlos Sáenz Herrera”, centro médico considerado entre los más importantes de Latinoamérica en atención pediátrica, cuenta ahora con el respaldo de Grupo EULEN para reforzar sus servicios de limpieza y desinfección hospitalaria.
La limpieza hospitalaria no es un detalle menor, sino una barrera fundamental para prevenir las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS), que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afectan entre un 5 % y 10 % de los pacientes hospitalizados, muchas veces por fallas en los protocolos de higiene.
Cumplir con las normas nacionales —como el Manual de procedimientos de limpieza y desinfección en áreas y superficies ambientales, y las Normas y procedimientos institucionales para la prevención y control de infecciones nosocomiales (Hospitalarias), y los requisitos técnicos específicos para infraestructura hospitalaria, superficies, ventilación e iluminación estipulados en los reglamentos costarricenses—, así como con estándares internacionales de higiene, descontaminación y bioseguridad, es lo que permite que la limpieza hospitalaria trascienda la apariencia y se convierta en una práctica que proteja la salud de la niñez costarricense.
La capacitación constante del personal responsable de la limpieza y el uso de productos desinfectantes avalados cumplen un doble papel: reducen la transmisión de agentes patógenos y fortalecen la confianza de pacientes, familias y trabajadores de la salud.
Una trayectoria de más de 25 años al servicio del cuidado infantil a través de espacios limpios y saludables
Grupo EULEN Costa Rica, con amplia experiencia en soluciones integrales para el sector salud, asumió recientemente la responsabilidad de mantener en óptimas condiciones áreas críticas y administrativas del complejo hospitalario, garantizando un entorno seguro para miles de niños que cada año reciben atención médica en este centro.
“Nuestro compromiso es asegurar condiciones de limpieza y desinfección en áreas estratégicas para el funcionamiento del hospital. De esta forma, contribuimos a que médicos, personal de salud y familias puedan concentrar todos sus esfuerzos en lo más importante: la recuperación de los niños”, afirmó Mario Vargas, gerente general de Grupo EULEN Costa Rica.
Grupo EULEN Costa Rica cuenta con un sólido historial en la atención de hospitales de alta complejidad como el San Rafael de Alajuela, San Vicente de Paúl en Heredia, el Hospital de Los Chiles, así como clínicas entre ellas Marcial Fallas y Solón Núñez, además de una red de quirófanos privados. Su experiencia durante la pandemia, aplicando rigurosos protocolos de bioseguridad bajo estándares internacionales, consolidó su papel como aliado estratégico de la red hospitalaria nacional.
En esta trayectoria se suma ahora el HHNN, donde la compañía contempla la limpieza, desinfección y manejo de residuos hospitalarios en áreas como: el Edificio de Especialidades Médicas, el Centro para la Prevención de Discapacidades, la Casa de Trasplantes, la Consulta Externa del Edificio de Hospitalización, así como oficinas administrativas y de soporte.
“Alrededor de 40 colaboradores de limpieza se integran al equipo hospitalario, nuestros procesos se ejecutan bajo las certificaciones ISO 9001 en Gestión de Calidad e ISO 14001 en Gestión Ambiental, lo que permite una evaluación constante y la identificación de oportunidades de mejora para garantizar al hospital un servicio de excelencia”, señaló Vargas.
Durante 2024, el Hospital Nacional de Niños atendió más de 89 mil urgencias, 111 mil consultas externas (consultas médicas) y casi 13 mil egresos hospitalarios. Con alrededor de 260 camas y más de 2 300 trabajadores, la institución es pilar de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y un punto neurálgico para la salud de la niñez en el país. Solo en el 2024, este centro dio consulta a más 150 mil pacientes al año, lo que convierte la limpieza y la bioseguridad en una tarea esencial para reducir riesgos de infecciones y favorecer la recuperación de los menores.