Pablo Áviles l LaEsquina506CR@gmail.
Tras la primera fecha de Mira Quién Baila, quedaron algunos recuerdos que son para reír, no para olvidar.
Un trasnochado del parque de Alajuela dijo que Lynda Díaz debería llamarse Ryca Díaz.
Muchos coinciden en que la excelente animadora Natalia Carvajal está más flaca de la cuenta, parece como a la protagonista de Jarabe de Palo (Por un beso de la flaca daría lo que fuera, por un beso de ella, aunque sólo uno fuera), sin embargo, otros la vieron más como la caricatura de la sensual Jessica Rabbit, pero sin rabit-o.
De acuerdo con el experimentado maquillista Carlos Andrés, a Natalia Carvajal deben ponerle un labial de larga duración y antes de un labial si la persona tiene los labios secos, se hidratan.
Impresionante el rostro asustado del español Toni Costa cuando vio a Austin Berry cual torero bailando un paso doble. Seguramente le pareció lo más bizarro de la jornada, pero así es la vida en el trópico.
El bailarín ganador de la noche, el espartano Yenier Jiménez Cruz, es igualito al periodista Venenito (conocido por unos pocos como Luis Miguel Rojas). Yenier conoce las técnicas del baile o es muy valiente, solo así se explica cómo, con su refinado cuerpo, podrá levantar a la hermosota de Libni Ortiz.
Tan divino Ramzi, se averiguó como iría vestida Paula Picado, jefa de Formatos, y él llegó igualito, parecía una guindilla, rojo rojo, pero no picante; al final hasta se tomaron una foto con sus atuendos rojo pasión. Tan divina Paula.
Vanessa González, al hablar de algunas etapas depresivas, se pasó de cebolla y cebollín, lloró demasiado; afortunadamente su desempeño en la pista fue muy bien calificado, especialmente por los jueces españoles. Bien por Vanessa, a llorar menos y a bailar y cantar más, porque quien canta, su mal espanta.
A Lynda Díaz, a quien dejaron para el final —cual postre de la cena—, los dos españoles la calificaron justamente, sin prejuicios, porque no tenían información ni antecedentes de ella; en cambio Mauricio Astorga e Isabel Guzmán, fueron más drásticos. Por ejemplo, la salvadoreña dijo que a la presentación de la boricua le hizo falta sensualidad (carne y deseo). ¿Más sensualidad? ¿Cómo? Si a la pareja en cuestión solo le faltó quitarse la ropa. ¿Será que la Guzmán quería onlyfans?
Las paredes que oyen —y hablan— dicen que la jueza Isabel Guzmán le reclama a Lynda por el tema relacionado con su hija Nicole y que ha criticado el desempeño de Díaz como madre. Al saber lo anterior, Lynda dijo: “A mí me deben juzgar y calificar por mi desempeño en la pista, no por mis acciones personales. Este no es un concurso de simpatía o de moralidad, es una competencia de baile y a bailar vinimos”. Además, cuando a la boricua le consultaron sobre lo que se comentaba de ella en las redes, dijo que no perdía su tiempo viendo esos troles.
El que ríe de último, ríe mejor.