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San José, Costa Rica. Setiembre, 2024. Los recientes avistamientos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en Punta Leona han capturado la atención de cientos de costarricenses. Sin embargo, muchos desconocen las razones por las cuales estos majestuosos animales visitan año con año las aguas de Playa Blanca y por qué esta zona podría convertirse en un refugio potencial para la crianza, aprendizaje y primeros meses de vida de éstos cetáceos.
Según la bióloga Silenny C. Montero, del Hotel Punta Leona, estas ballenas migran desde zonas polares hacia aguas más cálidas y tranquilas en busca de bahías poco profundas, como las que ofrece Punta Leona, ideales para la crianza de sus ballenatos en sus primeros meses de vida.
“Cada año, durante la temporada que se extiende de julio a noviembre, la costa del Pacífico Central costarricense, incluyendo Punta Leona, recibe a las ballenas jorobadas que llegan a estas aguas en su época reproductiva. Las condiciones geográficas y ambientales de la bahía, sumado a los comportamientos de cortejo que se han detectado, indican que esta área podría también ser un punto de encuentro para estos gigantes marinos, quienes exhiben comportamientos complejos como saltos, coleteos y cantos”, añadió la bióloga.
Las aguas tranquilas, cálidas y poco profundas de la bahía proporcionan el entorno ideal para la crianza y alimentación de los ballenatos. Estos factores, combinados con la baja perturbación humana, facilitan que las madres y crías desarrollen comportamientos sociales y habilidades esenciales para su supervivencia.
«Desde 1995 se describen los primeros avistamientos de ballenas jorobadas en Punta Leona y desde entonces, cada año es más frecuente verlas rodeando el área. Evidencia de que la zona tiene características especiales para algunas etapas de su ciclo de vida que debemos estudiar a mayor profundidad”, comentó la bióloga.
Otro factor determinante en la atracción de las ballenas jorobadas es el Humedal Marino Playa Blanca (HMPL), un ecosistema reconocido mediante decreto ejecutivo (23127 MIRENEM). Este humedal juega un papel importante en la productividad marina, proporcionando hábitats ricos en nutrientes que favorecen la alimentación de las ballenas de manera oportunista. Además, muchas otras especies marinas encuentran en este humedal las condiciones ideales para sus ciclos de vida.
Este es el único humedal marino del país nombrado por decreto ejecutivo y ofrece un entorno marino saludable que contribuye a la biodiversidad del Golfo de Nicoya, por lo cual su conservación es una prioridad para el Hotel Punta Leona. Con el fin de preservar este frágil ecosistema, se está trabajando actualmente en un Plan Integral de Manejo junto con el SINAC, el cual reforzaría las acciones de protección, educación e investigación que se han llevado a cabo en la zona desde hace más de 20 años en alianza público privadas entre el Hotel Punta Leona y universidades nacionales y extranjeras, ONG, y centros de investigación.
En cuanto al avistamiento de cetáceos, es importante que los visitantes respeten la normativa legal en Costa Rica. Según las regulaciones emitidas por el SINAC en áreas protegidas y por el MINAE en general, las embarcaciones deben portar un permiso de avistamiento y mantenerse a una distancia mínima de 200 metros de los animales. Además, no se debe exceder los 30 minutos con los cetáceos, y en caso de tratarse de una madre con su cría, el tiempo permitido se reduce a 15 minutos. Las embarcaciones solo pueden acercarse de forma paralela al animal, nunca directamente, y no deben exceder una velocidad de 4 nudos (7 km/h). Solo dos embarcaciones pueden acercarse a un grupo de cetáceos a la vez, mientras que las demás deben mantenerse a 200 metros. Las instituciones encargadas de regular estas actividades son el MINAE e INCOPESCA.
El avistamiento de ballenas en Punta Leona no solo destaca la riqueza natural de la región, sino también el compromiso del Hotel Punta Leona en proteger y conservar estas áreas para las generaciones futuras. Entre las acciones de preservación implementadas por el hotel, destacan la limpieza periódica de las áreas protegidas, la instalación de boyas de demarcación para proteger los hábitats marinos, y la creación de accesos sostenibles para los visitantes. Además, el hotel lleva a cabo programas educativos dirigidos tanto a turistas como a las comunidades locales, fomentando el respeto y la protección de estos ecosistemas únicos.