¿Tiene todo preparado financieramente en caso de muerte, perdida cognitiva o enfermedad terminal?

¿Tiene todo preparado financieramente en caso de muerte, perdida cognitiva o enfermedad terminal?

San José, Costa Rica. 30 junio 2025. Enfrentar una enfermedad terminal, un deterioro cognitivo o la muerte representa uno de los desafíos más sensibles de la vida. Más allá del impacto emocional, estos momentos también pueden traer consigo una serie de trámites financieros y decisiones importantes que, si no están previstas, pueden convertirse en una carga adicional para las familias.

Por esta razón, Coopenae-Wink le informa ante la importancia de anticiparse a estos momentos con acciones concretas que permitan asegurar que el patrimonio, los productos financieros y los beneficios económicos de sus seres queridos, para que estén correctamente protegidos y asignados. No se trata de alarmarse, sino de actuar con responsabilidad, pensando en el bienestar de los más cercanos.

“Hablar sobre el futuro y la posibilidad de perder capacidades no es fácil, pero es un acto de responsabilidad que puede hacer una gran diferencia para quienes nos rodean. Desde la cooperativa queremos acompañar a las personas con orientación clara y humana, para que sus recursos estén protegidos y sus decisiones sean respetadas”, mencionó Cindy Rivera, gerente de Inclusión Financiera de Coopenae-Wink.

En este contexto, Rivera recomienda tomar una serie de medidas que pueden facilitar la gestión financiera durante estos momentos delicados. Entre ellas destacan:

  1. Mantenga su información actualizada

Es importante que su entidad financiera cuente con sus datos actualizados: número de teléfono, dirección, correo electrónico y contacto de emergencia. Esto facilitará cualquier trámite o contacto en caso de emergencia.

2. Revise y actualice a sus beneficiarios

Asegúrese de que las personas designadas en cuentas, certificados de inversión, fondos de inversión, fideicomisos, pólizas y seguros estén correctamente registradas. Los cambios deben realizarse por escrito y con constancia de su actualización. Un dato incorrecto o desactualizado puede impedir que su beneficiario acceda a recursos.

3. Delegue la gestión financiera mediante un poder legal

Otorgar un poder especial o general ante notario a una persona de confianza le permitirá a esa persona actuar en su nombre si pierde la capacidad de tomar decisiones. Este documento debe presentarse a su entidad financiera para quedar registrado formalmente. Verifique las políticas de la entidad.

4. Organice su documentación y compártala con alguien de confianza

Mantenga en un lugar seguro (pero accesible) documentos clave como contratos financieros, pólizas, estados de cuenta, comprobantes de inversión y deudas. Esto facilita enormemente la gestión posterior. Informe a una persona de su confianza en qué entidades se encuentra su patrimonio y quiénes son sus beneficiarios.

5. Cierre o simplifique productos financieros innecesarios

Productos inactivos como cuentas, tarjetas sin uso o créditos cancelados pueden generar confusión o costos innecesarios. Hacer una limpieza y simplificación de sus productos financieros facilitará futuras gestiones para sus seres queridos en esos momentos de dolor.

6. Verifique los seguros vinculados a sus productos

Algunas cuentas o créditos incluyen seguros de vida, saldo deudor o gastos funerarios. Confirme estos beneficios y deje claro a sus beneficiarios cómo acceder a ellos si fuese necesario.

7. Converse con su asesor financiero y deje constancia de sus decisiones

Informar sobre su estado de salud y documentar sus decisiones financieras permite anticipar beneficios, autorizar cobros automáticos o establecer protecciones específicas para sus recursos. Estas conversaciones deben quedar por escrito para evitar malentendidos o vacíos legales.

“Planificar no es un acto de pesimismo. Es una forma de ejercer control responsable sobre lo que queremos, y de dar respaldo a quienes más amamos en momentos donde todo puede ser incierto”, agregó Rivera.

Ordenar las finanzas no cambia la realidad, pero sí puede reducir significativamente la carga emocional, legal y económica para los familiares y cuidadores. Por eso, este tipo de prevención no solo es una decisión inteligente, sino también profundamente humana.

Scroll al inicio