Comunicado de Prensa l redaccion@laesquina506.com
Estas fechas son de especial relevancia para la importación de vinos a Costa Rica, siendo el de origen chileno el favorito en territorio nacional, dada la relación calidad-precio y la amplia variedad de etiquetas que ofrece. Así lo informó ProChile a través de datos de Procomer que muestran que el 32,74% de las importaciones de vino que realiza Costa Rica provienen de Chile, superando considerablemente a otros países como España (18%), Argentina (cerca de un 13%) o Italia (12%).
De hecho, en el 2022 el principal importador de vinos chilenos en la región centroamericana fue Costa Rica con cifras de más de $13,3 millones y con un crecimiento en ventas de un 32% con respecto al 2021. La importación de vinos chilenos de Costa Rica fue incluso superior al combinado de El Salvador, Honduras y Guatemala juntos, quienes alcanzaron juntos la cifra de $12,147 millones en importaciones de vinos chilenos.
Para este año 2023, todo indica que los vinos chilenos permanecerán cosechando buenos resultados de venta en tierras costarricenses. Según datos suministrados por las importadoras, el costarricense busca con prioridad los vinos chilenos en los puntos de venta, los cuales hoy ofrecen más de 150 etiquetas.
Esta amplia variedad de etiquetas no es de extrañar, tal como explica Marianela Montero, Directora de ProChile Costa Rica, “como país, Chile cuenta con más de 1.500 kilómetros de valles, lo que le permite cosechar una amplia variedad de tipos de uvas (cepas), brindando incluso la posibilidad de ofrecer un muy diverso espectro de vinos de autor, de nicho, y de pequeñas producciones, aspectos que marcan la diferencia con respecto a otros mercados latinoamericanos”.
Montero señaló que entre los principales atributos de los vinos chilenos destacan su diversidad y calidad, y también parámetros de sustentabilidad e innovación; características que ubican a los vinos chilenos entre los mejores en el mundo. Además explicó que la combinación de diversidad geográfica, climas variados y la pasión de los viticultores chilenos ha permitido desarrollar vinos excepcionales en cuanto a su sabor y textura.
Tendencias
En Costa Rica, el consumo y comercialización de vinos se concentra en el Gran Área Metropolitana, su consumo se da principalmente en personas de clase media y alta, quienes han adoptado el vino como una bebida adecuada para el acompañamiento de comidas, además, de ser una opción muy versátil para eventos sociales, ejecutivos y comerciales.
El 82% del mercado costarricense tiene una fuerte preferencia por el vino tinto sobre otros tipos de vino.
Por otra parte, también, desde el punto de vista turístico, el sector de alimentos y bebidas, el cual genera un 6% del PIB costarricense, ha incorporado al vino dentro de su oferta para atender tanto a la población local, como a los turistas que llegan masivamente cada año al país y que buscan vino como bebida de acompañamiento y celebración. Adicionalmente, la creciente oferta de vinos en el país, las catas, cenas de maridaje y diversos eventos y actividades de promoción han ayudado al posicionamiento de esta bebida en la demanda local costarricense.
Vino con sostenibilidad
Otra tendencia significativa es que los costarricenses están consumiendo en mayor cantidad aquellos vinos que provienen de empresas socialmente responsables, sostenibles y que velan por la conservación del medio ambiente. Es notorio que para el consumidor regular de vino los factores ambientales y sociales les resultan relevantes. A causa de esto, el vino proveniente de Chile es uno de los más buscados ya que muchas empresas chilenas productoras de vino han ido incorporando variables de sostenibilidad y la responsabilidad social a su producció
